Los aromas del vino

Aromas del Vino

El vino lleva en su composición más de 600 sustancias, muchas de ellas de gran volatilidad. Algunas de estas sustancias son responsables de conferir gratos aromas al vino.
Distintas series aromáticas acaban creando distintos tipos de aromas que pueden percibirse en los vinos.

Serie afrutado: Aromas de fresas, frambuesas, manzana, plátano..., características de ciertas variedades.

Aroma Floral: Acacia (típica de la uva Chenin), madreselva, que recuerda a ciertos albariños, rosa, violeta...

Serie vegetal: Cuando no son agradable hablamos de notas herbáceas. Los hay muy agradables como el helecho o la menta. También se consideran de esta gama el humus o el sotobosque.

Serie animal: Cuero, piel mojada, pelo...Se presentan en vinos evolucionados, con largas estancias en barrica.

Serie empireumática: Aromas de torrefacción, de madera tostada, de pan tostado, de frutos secos tostados.

Aromas minerales: como sílex o piedra de fusil y pizarroso (ciertos chablis o sancerres)

Serie balsámica: Sándalo, eucalipto, cedro, pino...

Serie especiada: Romero, tomillo, laurel, pimienta, clavo..

Aromas Primarios: Los procedentes de la variedad. Aquí cobra gran importancia el clima o terroir, ya que una variedad cultivada en lugares distintos proporciona aromas diferentes. También depende de la producción y conducción de la cepa.

Aromas Secundarios: Procedentes de todas las transformaciones que se producen a lo largo de la fermentación.

Aromas Terciarios: Surgen a lo largo de la crianza y van superponiéndose a los aromas primarios y secundarios. Son de crianza en barrica y en botella.


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